Esto incluye el uso de productos para la limpieza, exfoliación, hidratación y protección de la piel, así como la adopción de hábitos saludables como una dieta equilibrada, la protección solar, la hidratación adecuada y el descanso suficiente. El cuidado de la piel también puede incluir tratamientos específicos para tratar afecciones como el acné, la rosácea o el envejecimiento prematuro. Por esta razón entrevistamos a la especialista Marcela Méndez